Paschimottasana, el armado de esta asana es el siguiente: sentarse en
el suelo con las piernas estiradas y rígidas; después, espirar profundamente y,
flexionando lentamente el tronco hacia delante, agarrar con los pulgares,
índices y dedos medios de las manos, los dedos gordos de los pies, al mismo
tiempo que la frente llega a tocar las rodillas. Quedarse en esta posición,
algunos segundos y después volver, siempre lentamente, a la posición de partida.
Hay que retener el aliento durante todo el ejercicio, y sólo después de haber
retornado a la posición primitiva se empieza nuevamente a respirar.
La Paschimottasana puede practicarse,
al comienzo, durante 5 minutos y después, aumentando el tiempo progresivamente,
de un minuto por día, llegando hasta un máximum de 10 minutos. Para facilitar
la flexión del tronco se recomienda contraer los músculos abdominales hasta que
el vientre esté lo más hundido y realizar la flexión del tronco lentamente para
evitar la brusca distensión de los músculos y tendones que se ponen en acción.
A todos aquellos que, por falta de
elasticidad, obesidad, etc., no pueden llegar a completar la perfecta
realización de la Paschimottasana, recomendamos que, al comienzo realicen media
postura, es decir: flexionar el tronco y agarrar el dedo grueso del pie con la
mano correspondiente, pudiendo alternar el ejercicio a la derecha y a la
izquierda. Cuando después de cierto tiempo las articulaciones se hayan hecho
más elásticas, podrán realizar toda la Asana.
Lo beneficios de la postura son los
siguientes:
1) Activación de la corriente fluídica
por el llamado Shushuma Nadi (Nombre dado a una corriente fluídica que se
establece entre el corazón y el Brahmarandhra o vértice de la cabeza)
2) Activación del “fuego gástrico”, lo
que permite intensificar y armonizar las funciones digestivas.
3) Aumento del “tono” del hígado y
bazo. Todos sabemos que el sol nos inunda con su calor, luz y color y que es la
fuente de nuestra vida. Nuestro cuerpo vive absorbiendo energía solar, y una de
las funciones de la parte etérica del bazo es precisamente absorber esta
energía y transformándola, individualizarla en vida humana.
4) Oxidación del exceso de grasas en
los diversos depósitos orgánicos, especialmente en el vientre.
5) Aumento del tono y de la elasticidad
de todos los músculos que entran en acción: los abdominales, los de la columna
vertebral, los de los muslos, de las piernas y de los brazos y, por lo tanto,
aumento de la circulación sanguínea.
6) Tonificación de los músculos lisos
de la pared intestinal con el consiguiente aumento de los movimientos
peristálticos y desaparición gradual del estreñimiento.
7) Aumento de la actividad de la
glándula tiroides y tonificación de los músculos del cuello, con la
consiguiente desaparición gradual de las arrugas de la piel del cuello,
especialmente en las mujeres.
8) Cura de las inflamaciones del hígado
y de las gastritis debido a hiperclorhidria.
9) Cura del lumbago y de los dolores
reumáticos debido a mala circulación de la sangre en las regiones
afectadas.
10) Cura de las hemorroides, enfermedad
muy difundida en los tiempos modernos, debido a la defectuosa alimentación y a
las condiciones antinaturales de nuestra existencia.
11) Tonificación del plexo solar, de la
próstata y de todos los otros órganos estimulados por la Paschimottasana
Janusirasana o “postura de la cabeza y rodilla” el armado de esta asana es el siguiente; Sentarse,
como de costumbre en el suelo; doblar la pierna izquierda y, con el talón,
presionar suavemente la región de la ingle derecha al mismo tiempo que se
mantiene extendida por el suelo la pierna derecha. Agarrar, luego, el pie con
ambas manos, exhalar el aliento y hundir suavemente el vientre al mismo tiempo
que se baja la cabeza hasta que llegue a tocar con la frente la rodilla
derecha. Quedarse en esta posición durante 5 o 10 segundos en los primeros
tiempos hasta llegar, mediante aumentos progresivos a 27 minutos.
Se recomienda observar rigurosamente el
aumento gradual del tiempo, porque la falta de esta indicación, podría producir
serios trastornos. Después de haberse quedado por el tiempo indicado en dicha
posición, levantar lentamente la cabeza hasta volver a la posición primitiva,
descansar algunos minutos y luego repetir el ejercicio, seis o siete veces,
siempre intercalando los pequeños ascensos mencionados.
Los efectos benéficos de esta Asana son
los siguientes:
1) Aumento del “fuego digestivo”, con
la consiguiente normalización de las funciones digestivas.
2) Estimulación del Plexo Solar o
“Surya Chacra” (Surya-Sol, Chacra-Plexo).
3) Transformación de la energía sexual
en energía psíquica, permitiendo así emisiones por parte del cerebro de más
sutiles radiaciones y mayor felicidad en la práctica del Brahmacharia, o sea,
una mayor castidad.
4) Desaparición de todos los disturbios
funcionales de los órganos genitales– urinarios, pero no de las enfermedades de
estos órganos, en cuyo caso no se debe practicar esta Asana y sí consultar un
médico.
5) Aumento de las energías vitales con
el consiguiente estado de euforia y aumento del dinamismo físico y psíquico,
desapareciendo así aquel estado que eventualmente podría existir de debilidad
general y falta de voluntad conocido vulgarmente con la palabra de
“haraganería”.
6) Mayor aflujo de sangre en los
órganos pélvicos y abdominales y la consiguiente desaparición de cólicos,
inflamaciones intestinales, etc.
7) Kundalini se despierta y sus
energías comienzan a ser irradiadas en todo el organismo.
8) Aumento del tono muscular en las
piernas, brazos y otros músculos que entran en acción.
Padangusthasana y que significa
“balancearse sobre los talones”. La forma de armarla es la siguiente:
estando de pie, doblar la pierna derecha y colocar el talón correspondiente
exactamente en el centro de la región perineal, región esa que se encuentra
entre el ano y los órganos externos de la generación. Segundo tiempo: Hacer
descansar todo el peso del cuerpo sobre la punta de los dedos del pie
izquierdo. Tercer tiempo: Colocar el pie derecho sobre el muslo izquierdo cerca
de la rodilla. Cuarto tiempo: Doblando la pierna izquierda sentarse sobre el
talón correspondiente con el tronco en posición vertical, al mismo tiempo que
la pierna derecha continúa en la posición establecida en el tercer
tiempo. Habiendo llegado a obtener la posición, colocar las manos en las
caderas correspondientes con los pulgares sobre la región lumbar casi tocándose
y con los codos hacia atrás. Inspirar, retener y expirar el aliento muy lentamente,
al mismo tiempo que se mantiene concentrada la mirada en un determinado punto
de la pared y que se pronuncie mentalmente el monosílabo OM.
Debido a las dificultades en la
realización de esta Asana y principalmente la de perder el equilibrio, se
puede, en las primeras veces, colocar un banquito ante sí para agarrarse a él
con ambas manos o, si se quiere, apoyar la espalda contra la pared
Los beneficios son los
siguientes:
1.- Cura total de la espermatorrea,
enfermedad que consiste en una emisión involuntaria de líquido espermático por
falta de tonicidad en las vesículas y conductos seminales, que se encuentran en
la región llamada en sánscrito Beerya-Nadi.
2.- Como consecuencia de la aumentada tonicidad de las vías espermáticas, la energía sexual no es más involuntariamente expulsada y si transformada en fluido nervioso que se irá acumulando en los varios ganglios del sistema del gran simpático, en los plexos y en el mismo cerebro donde toma el nombre de “Ojas Saktis”.
Supta Vajrasana. Los pueblos de Oriente la
consideran una postura de gran eficacia y especialmente los musulmanes quienes
la practican diariamente en sus oraciones
Para armarla primero Ponerse de
rodillas, sentarse sobre los talones, manteniendo el tronco bien erguido y
apoyar las manos sobre cada rodilla. Segundo: luego echar el tiempo lentamente
hacia atrás, hasta llegar a acostarse con el dorso sobre el suelo y descansar
la cabeza sobre ambos brazos. Tercero: estando en la posición indicada, hacer
tres respiraciones, inspirando, reteniendo y expirando lentamente sin esfuerzo.
Cuando se empieza la práctica de esta asana se sentirán dolores de rodillas y
talones debido al esfuerzo que deben realizar las articulaciones respectivas,
pero, poco a poco irán despareciendo, especialmente, si después de terminar el
ejercicio, se hacen masajes sobre dichas articulaciones. El tiempo en que se
permanece en Supta Vajrasana, podrá siempre ir aumentando, hasta poder llegar a
quedarse horas enteras en dicha posición.
Beneficios derivados de la Supta
Vajrasana
1.- Tonificación de los músculos de las
piernas, muslos, abdomen, tórax, columna vertebral, cuello y brazos.
2.- Mayor amplitud en los movimientos
de las articulaciones de los tobillos, rodillas, intervertebrales.
3.- Tonificación de los órganos
internos y especialmente de los abdominales con consecutiva desaparición de
gases intestinales y regularización de las funciones digestivas.
4.- Desaparición de dolores
musculares.
5.- Curación de la ciática.
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